Hace dos meses sufrí una rotura de escápula tras aterrizar sobre el hombro izquierdo en una caída, tras un pinzamiento (extraño) de la rueda delantera entre unas raíces, cosa que me hizo salir volando y aterrizar de costado en suelo duro. En el momento se torció el manillar, el sillín, el cierre de la rueda trasera; al día siguiente, durante el trabajo, un crack! y rotura del omóplato, con su consiguiente paralización del brazo que ya estaba dolorido.
Por suerte, no he necesitado pasar por una operación, sino que ha soldado el hueso por sí solo. Lo malo son los dos meses de parón, que han dejado mi estado físico por los suelos.
Afortunadamente, ya ha pasado la tortura de estar de baja y ya puedo retomar la bici (y también el trabajo, que le vamos a hacer). Eso sí, toca, al menos, hacer un mes de pisteo para recuperar fuerzas antes de volver a las trialeras. Toca, también, ejercitar el hombro con unas mancuernas para que se vayan fortaleciendo los músculos del hombro, cosas que antes no hacía y cuya utilidad ahora comprendo mejor.
Muchas veces te caes y no pasa nada, pero alguna vez se rompe algo, en ti o en la bici, y es lo que hay. Aún así, no dejamos la bici y volveremos a pasar por los sitios que nos tiraron al suelo. Así es la vida del ciclista de montaña, pero… es que es nuestra vida.
Saludos y cuidaos :) (: