Netflix anunció a principios de año su decisión de apostar por incluir una tarifa a precio reducido que incorporaría publicidad para compensar el bajo costo, un plan básico de suscripción que se uniría a sus planes vigentes.
Esta nueva tarifa se planteó en abril, con fecha de llegada en uno o dos años. Sin embargo, apenas transcurridos unos seis meses desde del anuncio, se confirma que la tarifa reducida llegará a España el 10 de noviembre, a un precio de 5,49 €. Esta nueva modalidad de suscripción comenzará a desplegarse en otros países unos días antes, a partir del día 1 de ese mismo mes.
Cuando se planteó esta posibilidad en abril, me pareció una opción que podría ser interesante para muchos usuarios. En cambio, puestas las cartas sobre la mesa, hemos topado con un agridulce sabor de boca, por varios motivos. Por un lado, tenemos el precio final de esta nueva modalidad de servicio, no tan lejos del plan básico de 7,99 €. Por otro lado, están sus condiciones. La cantidad de anuncios rondará los 4 ó 5 minutos por hora, no se podrán descargar contenidos para ver sin conexión y, lo peor, tampoco se incluirá todo el catálogo de Netflix. Sin aclarar qué contenido se queda fuera, Netflix ha comentado que ciertas películas y series se quedan fuera del plan básico con anuncios debido a restricciones de licencias. Este contenido aparecerá marcado con un candado.
De modo que, lo que en un principio me pareció una idea interesante, parece que ha perdido atractivo tras el anuncio oficial.
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