Xiaomi parece haber errado el tiro con el Redmi Note 11, ya que son multitud los análisis que desaconsejan comprar este terminal; en su lugar, la recomendación mayoritaria es invertir un poco más en el rey (desde hace un año) de la gama media: el Poco X3 Pro. Y yo, contracorriente, he cambiado el Poco X3 Pro por el Redmi Note 11… ¿Me he equivocado?
Sí, he de admitirlo: me he vuelto fan de los productos de Xiaomi. Desde aquella magnífica experiencia con aquel primer Redmi Note 7, otros dos terminales han pasado por mis manos dejándome completamente satisfecho: uno fue un excelente Redmi Note 8 Pro y el último fue el archiconocido Poco X3 Pro. Estos tres, más un Redmi Note 9, siguen en plena forma y recibiendo actualizaciones, ahora en manos de familiares.
Sin duda, yo era un usuario satisfecho del Redmi Note 8 Pro, hasta que decidí dejarme influir por los «gurús» de internet y me cambié al Poco X3 Pro. Pero este terminal, pese a ser un muy buen dispositivo, no terminó de llevarse bien conmigo en los 10 meses que me acompañó. El software no iba tan fino como el MIUI más puro de los Redmi, la pantalla de 120 Hz no la usaba porque entraba en conflicto con Google Chrome, donde se ralentizaba su scroll, y lo peor de todo era su volumen y peso, pues, como ciclista, el cambio lo noté mucho a la hora de llevar el terminal en un bolsillo del maillot. Además, durante los primeros meses de vida, no se podía consumir vídeo en HD en servicios como Prime Video porque el dispositivo no venía con los códecs necesarios.
Así que, aparecida la posibilidad de cambiar el Poco, decidí por una vez elegir un móvil primando peso y dimensiones. Y pese a lo que digan los más fanáticos de los benchmarks y el rendimiento, en mi caso el Redmi Note 11 ha sido todo un acierto. Con casi 40 gramos menos, no solo es más compacto en cuanto a tamaño de pantalla (6,43″), por tanto alto y ancho, sino también en grosor. El peso y dimensiones en mano se nota mucho.
Sin embargo, no tengo sensación de haber perdido en prestaciones. La pantalla, aunque algo menor que el X3 Pro, es AMOLED y se ve estupenda, además se pueden usar sus 90 Hz ya que en esta ocasión todo funciona fluido activando esta opción. La calidad de sonido, en comparativa directa, es idéntico, con la única salvedad de que el doble altavoz del Redmi no funciona tan bien como el doble altavoz del Poco, ya que el altavoz superior es menos potente que el inferior, y al escuchar en estéreo mientras ves vídeo, por ejemplo, se nota. Aún así, se aprecian los sonidos cuando el audio hace uso de efectos en estéreo.
La cámara… no ha le usado mucho, pero cumple. La batería es de 5000 mAh, algo inferior pero dura más, debido a la tecnología de la pantalla y al procesador hecho en seis nanómetros, supongo. Además, carga a 33 W, con lo que con enchufarlo en un momento en el que haces cualquier tarea ya lo tienes cargado. Por lo demás, la cobertura y conectividad (WiFi, Bluetooth), funcionan perfectas, el GPS que siempre me acompaña en mis rutas ciclistas, perfecto…
Sí, se nota que el Redmi Note 11 no tiene un procesador top, y que la fluidez general del sistema está algo por debajo del Poco X3 Pro, pero es que no todos los usuarios necesitamos solo rendimiento en nuestro sistema. El Redmi Note 11 es un móvil muy válido para muchos, muchos usuarios, y me da pena que tanto y tanto youtuber se estén poniendo contra este terminal y no dejen de recomendar siempre el mismo. Además, hay que recordar que el nuevo Note 11 arranca en 179 euros, mientras que el Poco X3 Pro, que en su día había comprado por debajo de los 200 euros, ahora es difícil de encontrar a tan bajo precio.
Esto es como las ruedas de moto: todo el mundo recomienda las mismas, las más blandas, las más deportivas… sin pensar en las necesidades particulares de cada usuario. Y no, no todos necesitan, ni les van bien, las mismas ruedas…