Triban 540 || BR-R451 || Gatorskin

A finales de julio se iba la Orca de mis manos, esa excelente bicicleta que me acompañó durante más de 22.000 kilómetros hasta que decidí venderla por falta de uso. Mi plan era entonces quedarme sólo con la Alma, pero ocurrió que apareció una oportunidad…

Corría el 2019 cuando un compañero de trabajo se compró una B’Twin de carretera con cuadro de aluminio y lo típico, horquilla de carbono. La bicicleta venía bastante bien montada, en 105 de 11 velocidades con ruedas Aksium y capacidad para cubiertas de hasta 32 mm. Pero sucedió que nunca llegó a estrenarla, a pesar de nuestra insistencia en que lo hiciera. Al final, decidió venderla a buen precio por ausencia de uso, y dado su bajo precio de 400 € no dudé en ir a echarle un vistazo para ver si era verdad que no había sido estrenada, su estado y su talla.

B’TWIN TRIBAN 540

Me encontré con una bicicleta que se llamaba Triban 540, una bicicleta de entrada bastante bien valorada. La talla era L y me quedaba perfecta, y el estado estaba… con pinta de bicicleta sin estrenar, ruedas ligeramente corteadas y deshinchadas tras tres años parada, algunos arañazos menores por haberla manipulado sin mucho cuidado y algo de óxido en algún tornillo por estar almacenada cerca del mar, especialmente en los puentes de freno. Su peso declarado, 9.5 kg, sin pedales.

De pedales le habían puesto unos Shimano PD-R540. Tras realizar unos primeros ajustes de sillín, verifiqué que todo estuviera bien, que las ruedas rodaran finas, que los cables estuvieran en buen estado, el estado de la cadena, que brillaba como nueva, y por el precio, decidí quedarme con ella.

Ya en casa, en una revisión más en profundidad, coloqué el manillar a mi altura y ergonomía, así como el sillín, y ajusté todos los tornillos a dinamométrica (varios estaban flojos), así como también ajusté cables, desviadores, frenos, etc. Las cubiertas no me convencían mucho, así que decidí que las cambiaría, y lo que sí no me convencía nada fueron sus puentes de freno, unos Tektro de acción bastante dura y además era lo que más había sufrido oxidación en estos años.

Tras una primera ruta de prueba, y de sufrir lo innombrable en una pequeña cuesta por encima del 15%, caí en la cuenta de que el desarrollo incluido en esta Triban no era el típico compact, sino que se había optado por unos platos 52/36, con bielas de 175 mm, unidos a una piñonera 11-28. Me extrañó mucho que hubieran incluido un desarrollo tan duro en una bicicleta que ronda los 10 kg con pedales y portabidones y que además está preparada para poner portabultos delantero y trasero. Sin duda, el desarrollo ideal para esta bicicleta hubiera sido un 50/34 x 11-32, incluso un 11-34… Aún así, tuvieron la buena idea de incluir pata larga en el desviador trasero, para facilitar la actualización del casete a algo más holgado si fuere necesario, cosa que pienso hacer en breve.

SHIMANO BR-R451

Decidí cambiar los oxidados Tektro por unos puentes de freno Shimano 105 R7000, sin embargo, tuve que cambiar de idea, pues esta bicicleta está preparada para albergar cubiertas de hasta 32 mm y los R7000 no tenían alcance suficiente. Al final opté por unos BR-R451, unos frenos de gama inferior pero que tienen el alcance que necesitaba para llegar a la llanta, con un alcance máximo de 57 mm y que, eso sí, accionan más suavemente que los Tektro y son más fáciles de dejar bien centrados. Además, el cierre rápido tiene mayor apertura para facilitar la extracción de la rueda si montamos cubiertas anchas. No tienen la potencia de freno de los 105, al menos no con sus zapatas de serie R50T2, pero bueno, no están mal.

Siempre se aprende algo nuevo, y con esta bicicleta aprendí que no todos los puentes de freno sirven para todas las bicicletas.

CONTINENTAL GATORSKIN

En cuestión de cubiertas, sin duda, quería continuar con las excelentes frente a pinchazos Michelin PRO4 Endurance, pero, a falta de stock, he decidido montar unas viejas conocidas Continental Gatorskin, en medida 25C. A mis neumáticos no les pido ahorro de vatios, sino ahorro de pinchazos, que al final es lo que me permite perder menos tiempo en ruta y llegar a casa antes. He tenido buenos resultados con las Continental GP 4 Season, Michelin PRO4 Endurance y Service Course, y las Gatorskin, mientras que he tenido malos resultados con las famosas GP 4000S II, Vittoria Rubino Pro, así como con otras cubiertas más básicas.

Las Gatorskin las había tenido en 23C, y estas cubiertas en 25C las encuentro, a priori, algo extrañas. Tienen un balón contenido, que parece de menos de 25 mm comparadas con otras, y su recomendación de presión es de 6.5 a 8.5 bar, lo cual también es una recomendación de presión bastante alta para tratarse de unas 25C. En todo caso, veremos qué tal de kilometraje y de pinchazos, aunque la última vez, allá por el 2015, funcionaron de manera satisfactoria. Lo que pasa es que por medio ya he usado varias cubiertas más actuales o que han sido actualizadas, mientras que estas Gatorskin parecen haberse quedado atrapadas en el tiempo, así que, veremos si es que no lo necesitan o simplemente que se mantienen inalteradas por dejadez.

SELLE ITALIA SLR X-CROSS FLOW

Finalmente, también decidí cambiar el sillín de serie al que no me daba acostumbrado y opté por poner el mismo que llevo en la bicicleta de montaña, un Selle Italia SLR X-Cross Flow que encontré al irresistible precio de 60,90 €.

CONCLUSIÓN

La Triban no es la Orca, evidentemente, pero es una bicicleta que da mucho juego por mucho menos precio. La bicicleta tiene 1,5 kg más de peso encima, aunque como estoy en baja forma tampoco puedo comparar tiempos para decir cuánto se nota realmente. Lo que sí he comprobado es que la bicicleta llanea a buen ritmo y no se defiende mal en cuestas de bajo porcentaje.

Las principales diferencias con una bicicleta «buena» diría que están en la rigidez del aluminio, que hace que las vibraciones de la carretera pasen más directamente al ciclista, al menos en este caso (sabemos que hay cuadros de aluminio más flexibles). Mayor vibración que se nota mayormente en las manos, pese a su horquilla de carbono, y también en el trasero si recibimos un impacto contundente debido a algún bache pillado de lleno. Afortunadamente, esto se puede solucionar gracias a la incorporación de neumáticos de 25, 28 o incluso 32 mm, los cuales, debidamente usados a una presión inferior que los de 23 mm, amortiguarán mucho las imperfecciones del terreno.

Otra diferencia, para mí, está en el «retroceso» a manetas de cambio no electrónicas. Sin duda, la precisión y facilidad de manejo de los cambios electrónicos desde todas las posiciones de conducción (tanto en la parte alta como especialmente en la parte baja del manillar) es algo que en la bicicleta de carretera se nota especialmente. Algo que me disgusta especialmente en los cambios de carretera manuales (al menos en Shimano) son las cuatro posiciones posibles del desviador delantero, y estar pendiente de ellas.

La ergonomía de la Triban es cómoda. Estamos ante una bicicleta orientada al ruteo, al gran fondo, de modo que tenemos el manillar más alto que en una bicicleta de carreras, y también se acerca más al ciclista, con lo que pedalear con la espalda más erguida es la razón de ser de esta montura.

En esta B’Twin se ha optado por colocar todos los cableados externos. Esto, como ya he comentado en alguna ocasión, excepto por estética o comodidad, es una buena práctica. En general, debería permitir que los accionamientos de los frenos y de los cambios fueran más suaves, y, además, posibilita que cambiar fundas o cables se vuelva una tarea extremadamente sencilla.

Esta Triban 540 es un modelo «antiguo», que ya ha sido sustituido por una nueva versión, pero es una bicicleta en la que se ha optado por incluir buenos componentes, y esto se traduce en suavidad de marcha y accionamiento de sus mandos. Como ya he comentado, no me gustaban los puentes de freno que venían de serie, y tampoco el sillín es especialmente cómodo, aunque éste se defiende mejor que otros sillines de serie que tengo probado. Así que, exceptuando un par de detalles, creo que es una gran bicicleta, con un montaje que hoy en día requiere unos 1200 € en otras marcas para igualar la calidad de esta montura, casi nada.

Cuadros de carbono sin garantía de por vida. ¿Por qué?

A día de hoy, existen muchas marcas de ciclismo que ofrecen garantía de por vida en sus cuadros de bicicleta contra defectos de construcción, yo diría que prácticamente todas, al menos las más importantes. Es importante remarcar lo de «contra defectos de construcción», que bien sabemos que muchos usuarios entienden que los cuadros están garantizados contra roturas hagan lo que hagan con sus bicicletas, y no, no están garantizados contra roturas por caídas.

Existen ciertas marcas que, en cambio, limitan la garantía de por vida a sus cuadros de aluminio, mientras que en sus cuadros de carbono ofrecen tal vez garantías ampliadas, como Decathlon que ofrece 5 años de garantía para sus cuadros de carbono.

A raíz de esto, se ha extendido el rumor de que los cuadros de carbono son peores, o menos duraderos, que los de aluminio, ya que existen estas marcas que no ofrecen garantía de por vida en estos cuadros.

Tras un poco de investigación, hemos encontrado la razón por la que algunas marcas limitan la garantía de por vida en sus cuadros de carbono, y no, no es porque sean de peor calidad o menos duraderos, a priori, que los de aluminio.

La razón que argumentan al menos algunas marcas que ofrecen garantías de inferior duración en sus cuadros de carbono es porque estos cuadros pueden terminar siendo usados en competición, mientras que suponen que nadie va a competir con cuadros pesados de aluminio. Entonces, lo que tienen claro es que una bicicleta sometida a un uso profesional o competitivo, en cualquier caso, estará sometida a un trote, un sobreesfuerzo y unas condiciones en general mucho más duras que una bici típica de un aficionado al ciclismo, y en estas situaciones prefieren curarse en salud que estar reponiendo cuadros que terminen cediendo debido a un uso muy intensivo de la bicicleta. Que duda cabe que, de paso, aprovechan para sacarse de encima a los usuarios amateur más competitivos o más avanzados, quienes suelen dar también un uso bastante intensivo a sus monturas y quienes igualmente suelen tener preferencia por el carbono y por los componentes de alta calidad.

En lo personal, a lo largo de estos años como ciclista, he visto varios cuadros de aluminio rotos y fisurados, mientras que nunca he visto un cuadro de carbono roto a no ser por impacto directo. Mi experiencia me lleva a confiar en la resistencia del carbono por encima del aluminio, si bien he de decir que entre mis monturas nunca he tenido roturas ni fisuras ni con un tipo de material ni con otro.

Prueba de material // Spiuk Aldama/Aldapa

Recientemente comentaba que había vendido mi bicicleta de carretera, quedándome sólo con la de montaña. Justo antes de su inesperada venta, me había hecho con unos zapatos nuevos de ciclismo, cuyo nombre era Spiuk Aldama.

A decir verdad, nunca gasté mucho en zapatos, pese a todo lo que tengo rodado a lo largo de estos años. Siempre tiré por lo básico, que fuera calzado cómodo y ya. Estos Aldama eran, sin duda, el mejor calzado que había tenido en bicicleta y en carretera.

Los Aldama contaban con una suela notablemente rígida, que otorgaba una gran sensación de eficiencia. También disponían de cierre BOA, el cual era uno de sus principales atractivos. El tallaje era el correcto para mi pie, y se notaban cómodos, aunque apenas tuvieron un uso con lo que no hubo tiempo ni para realizar un test/análisis.

Como surgió lo de la venta de la bici y tenía estos zapatos nuevos, decidí venderlos, lo cual no fue difícil y, además, saqué lo justo para comprar sus hermanos rebajados de montaña, los Spiuk Aldapa, con lo que la jugada me salió bien.

Si mis zapatillas de carretera eran normalitas, de las de montaña ni hablemos. Tampoco eran lo peor las Shimano M065, pero ahí siempre tuve calzado económico, para trote y que no diese pena rayarlo ni estropearlo. Entonces, mis zapatillas eran cómodas, para pedalear sin molestias… siempre que fuese sentado, pues su suela era tan mediocre que no podía ponerme en pie largo rato en la bicicleta, pues la suela se hundía demasiado y terminaba siendo molesto. Además, los dos cierres de velcro de las Shimano tampoco mantenían bien sujetos mis pies, pero eran cómodas, y me valían.

Las Spiuk Aldapa son tal cual las hermanas de las Aldama. El zapato es idéntico a excepción de contar con los típicos tacos de montaña y algo de refuerzo en la puntera para evitar daños. La suela tiene la suficiente rigidez como para que ahora sí pueda pedalear un buen trecho en pie sin que nada me moleste en la planta del pie. El tallaje es el correcto para mí, como en las Aldama, y el cierre BOA sujeta mi pie con firmeza, pero sin resultar incómodo, pues estas zapatillas cuentan con una horma y lengüeta que resultan de lo más cómodas desde el primer día.

Concluyendo. Aunque no haya tenido oportunidad de probar mejor las Spiuk Aldama, yo creo que ambas, Aldama y Aldapa, son unas zapatillas de ciclismo muy recomendables para entrenamientos donde ya exiges cierto rendimiento. No son excesivamente caras y además se suelen encontrar en ofertas por menos de 100 euros. Por este precio, la inclusión del BOA marca ya de por sí una buena diferencia con otras zapatillas de igual o mayor precio.

Me quedo con la Alma

Este blog estuvo muchos años fuertemente marcado por mis intereses ciclistas. Aquí he ido plasmando mi evolución, mis aprendizajes y mis diversas monturas.

Empezamos con aquella mítica Scott Scale 50, con mis primeros 1000 km en bici… en la vuelta a las dos ruedas a mis 29 años. La Scale sería una bicicleta que me acompañaría durante 5 años, años durante los cuales aprendí mucho sobre ciclismo y mecánica de bicicletas, un lustro durante el cual le realicé diferentes modificaciones ergonómicas a mi Scott, enfocadas a «trailificar» mi montura y hacerla lo más polivalente posible.

Luego, con mi siguiente montura, empecé a ver que las bicis se vendían muy bien de segunda mano, y empezaron a pasar por mis manos diversas monturas, trail, enduro, carretera… En definitiva, aproveché para probar un poco de todo, ruedas de 26″, 27,5″, 29″, carretera, cambios electrónicos…

Llegado a un punto, tenía una bicicleta de montaña y una de carretera en mi garaje, donde la carretera me había ganado completamente y había potenciado y explotado mi estado físico al realizar entrenamientos más largos, más concienzudos y más habituales.

Entonces, mi hermano abandonó la bicicleta, y aproveché la coyuntura para incorporar una tercera montura a mi garaje. Fue así como me hice con un triplete muy interesante: una bici de carretera para mis entrenamientos diarios, una trail para los días de bici y bajadas con los colegas, y una XC para las marchas de montaña largas o las kilometradas en las que afrontaría mucho terreno de carretera mezclado con terreno montañoso.

En plena forma y asistiendo rutas como la Pontevedra 4 Picos, llegó la pandemia y mi estado físico se echó a perder, pese a que puse bastante de mi parte por mantenerme realizando cientos de vueltas a un circuito casero improvisado al que dedicaba una hora diaria o así a dar vueltas como un mono. Una vez pudimos volver a la calle, vimos como el stock de bicicletas y material ciclista comenzó a quedarse sin stock, y sufrimos las diversas trabas que el estado español puso a los ciclistas para poder realizar su actividad: que si hoy se pude salir del municipio, que si mañana no, que si hay que llevar mascarilla y pasarlo horrible en momentos en los que te falta el aire incluso respirando a boca suelta… Todo esto terminó haciendo mella en mi interés por el ciclismo y me metí en el mundo motero.

Ahora ya hemos vuelto a la vida «normal», y ya podemos realizar ciclismo con normalidad, pese a que el stock de bicicletas y repuestos sigue bastante bajo mínimos. Sin embargo, he perdido ese hábito y esas ganas de montar en bicicleta, también el estado físico que había construido, y no consigo retomarlos. Salgo un día, dos, tres… parece que remonto, y luego no la toco durante un mes.

Todo esto me ha llevado a aprovechar que estamos en una temporada en la que todo el mundo quiere una bicicleta y casi no hay stock de bicis nuevas para vender las bicis que «me sobraban». Primero se fue la doble de trail y ahora se fue la de carretera. La bicicleta de carretera me pone muy en forma, pero también sufro muchos enfados cuando los demás vehículos de la vía no me respetan y también cuando veo otros «colegas» de carretera, normalmente en grupetas, que tampoco respetan a los demás, que van pintando el indio cual reyes de la carretera sin reglas, y que no me respetan ni siquiera a mí, un colega de afición que va solitario sin meterse con nadie… El monte me da mas paz; ahí, rara es la ocasión en la que algo perturba mi tranquilidad. A menudo, suelo volver satisfecho de una ruta de montaña, mientras que, lamentablemente, en demasiadas ocasiones algo opaca o enturbia una buena ruta de carretera.

Es por eso que me he quedado únicamente con la Alma, la bici que «vale para todo», como mi única aliada para cada vez que quiera, y me anime, a dar pedales. Eso sí, como de costumbre, un poco modificada para que sea más polivalente, más trail, más afín a mis gustos.

¿Conseguiré retomar la afición de manera habitual?  Veremos…

¿Sin material hasta el 2023? Ciclistas sin bicicleta

«No hay material«, es la frase que nos llevan diciendo nuestros mecánicos y vendedores desde hace más de un año ya. Primero, se agotaron las bicicletas, debido al auge súbito de ciclistas, pero a eso siguieron los componentes, algo que ya nos preocupa más a lo que llevamos en esto «toda la vida». Y parece que va para largo…

Cuando el simple hecho de adquirir una cadena, unas pastillas de freno o una cubierta (los imprescindibles de todo ciclista), se vuelve imposible, nos encontramos con un problema más gordo aún que el que no haya stock de bicicletas, y es que esta «tontería» nos puede dejar sin poder practicar nuestro deporte favorito.

Encontrar, por ejemplo, una cadena eagle, está siendo harto complicado y lo mismo ocurre con otros componentes; en algunas tiendas queda alguna unidad de las «tope gama», 80 eurazos que nos negamos a invertir en una cadena; hay que filtrar por las distintas tiendas de la red para poder encontrar material. Y, eso sí, lo que encontramos nos damos cuenta enseguida de que está a precios  entre algo y muy superiores a los que nos solíamos encontrar el material antes de la pandemia.

En fin, hay que tirar con lo que hay y que nada os quite la ilusión por nuestro deporte rey.

¿Bidones grandes de agua rompen mi bici?

He visto que hay mucha gente preocupada por llevar bidones de más de 600 ml en su botellero porque piensan que se les va a romper el cuadro en la zona de los tornillos, y gente que no lo recomienda, especialmente en bicis de carbono.

Los cuadros y portabidones de las bicicletas están probados en competición, teniendo que soportar cargas continuas mucho mayores de las que, como aficionados, solemos darle a las bicicletas, lo que debería dar un poco de tranquilidad a la gente. También vemos como las dobles de XC actuales están hechas a posta para que en el portabidones trasero entre una botella de 800 ml.

En mi experiencia, siempre llevo bidones de 800 ml, tanto en carretera como en montaña, y nunca he tenido ningún problema. En cambio, he visto en amigos tornillos del cuadro pasados, y el motivo no ha sido llevar un bidón pesado, sino dos factores que sí son perjudiciales: apretar demasiado el portabidones o, en contra, no fijarse nunca en su apriete y llevar los tornillos sueltos, cosa que va estropeando las roscas a base de vibraciones. Hay que recordar, y enfatizar, que los portabidones hay que apretarlos muy poco para su colocación.

Mi recomendación particular es pasar de usar portabidones metálicos y usar otros tipo «goma», como los Elite que llevo años usando en mis bicicletas. ¿Por qué? Este tipo de portabidones tienen la capacidad de deformarse en la zona de los tornillos en caso de que te hayas pasado un poco con el apriete, con lo cual salvaguarda las roscas de tu cuadro; también, al ser «goma», filtran bastante los rebotes del bidón, lo que también ayuda a liberar presión del anclaje al cuadro. Para finalizar, este tipo de portabidones cerrados son los que mejor retienen los bidones, especialmente en montaña, y no se deforman, mientras que los metálicos, en montaña, se aflojan al poco tiempo, y al final se te terminan cayendo las botellas por el camino.

Mi recomendación final es que no te preocupes de que un bidón de más de 600 ml te vaya a romper el cuadro, ya que, en caso de romper, pasará igual con uno de 600, y será porque algo iba mal o porque ha habido un desafortunado impacto, pero no por llevar un par de gramos más de agua.

Satislent, comida contra corriente

Si hay una empresa española que parece haber despegado a lo largo de este confinamiento, esa parece haber sido Satislent, los creadores de la famosa smart food española de la que ya hemos hablado alguna que otra vez en este blog.

Puesto que durante todo el año pasado he estado complementando mi alimentación con este preparado con resultados francamente buenos en cuanto al estado físico y en cuanto a esas rutas ciclistas matutinas con plena energía, estoy contento de que, al menos, a alguien le haya ido bien a pesar de la que está cayendo.

Además, y como buena noticia (si no tenías pedido el producto recientemente), es que los precios han sufrido sustanciales rebajas (según elección), además de que los paquetes han cambiado de cantidades. Parece que nos hubieran escuchado cuando dijimos que las dosis recomendadas se nos hacían demasiado grandes; antes, las dosis indicadas eran de 160 gr de alimento mezclados con 500 ml de agua (3 veces al día, si es que alguien se alimentase sólo a base de Satislent). Parece que muchos, como yo, nos hicimos eco de que era mucha comida junta, y mucho espacio por medio entre tomas. Así que, ahora, lo que recomiendan son dosis de 100 gr de alimento mezclados con 400 ml de agua, 5 veces al día. Evidentemente, no esperamos que nadie se alimente sólo a base de Satislent, sino que sea usado como refuerzo o sustituto cuando no hay más remedio, pero bueno, es la cantidad orientativa, y las nuevas recomendaciones de Satislent nos parecen más acertadas.

Estas nuevas cantidades también influyen en cuanto a que los paquetes familiares han pasado de contener 1120 gramos (7 comidas de 160 gr) a contener 1200 gramos (12 comidas de 100 gr). Además, existe una nueva opción de pedido por suscripción, que hace que todavía estos paquetes más grandes salgan a cuenta más económicos que antes.

Nuevas normas ciclistas 18 mayo

La Real Federación Española de Ciclismo ha comunicado que, a partir de este lunes, 18 de mayo, se otorgará mayor libertad a los ciclistas federados.

Así, estos ciclistas, a partir de ahora, además de poder disfrutar de dos entrenamientos diarios, también podrán rodar libremente dentro se su provincia de residencia, eso sí, manteniendo las franjas horarias aplicables a la práctica deportiva.

En cuanto a estas franjas horarias, a espera de un comunicado oficial, se espera que desaparezcan en municipios de menos de 10.000 habitantes, como sucedió con la entrada de la fase 1 en los municipios de menos de 5.000 habitantes. Pero hay que tener claro que, donde no hay franjas horarias, no se puede rodar libremente por la provincia en libre horario, sino restringido a ese núcleo de población afectado, y por la provincia únicamente en el horario deportivo (6 a 10h ó 20 a 23h).

Tanto pagas, tanto vales

Buenas noticias para los federados, pero que suponen un jarro de agua fría para el resto de ciclistas, incluidos los que disponemos del Carnet Ciclista que expenden las distintas federaciones autonómicas, cuando muchos rodamos mucho más que muchos federados. Y es que hay que recordar que hay licencias federativas para gente que compite (perfecto que tengan más libertades) y otras específicas para cicloturistas, donde la mayoría nos incluimos, paguemos más, menos, o no paguemos.

Novedades limitación horarios Galicia

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha comunicado que, a partir de este viernes, 8 de mayo de 2020, un montón de parroquias y concejos de toda Galicia quedan libres de franjas horarias para poder salir a hacer deporte o a dar un paseo. Si tienes alguna duda, en esta página puedes consultar si tu localidad en concreto queda en horario libre.

Sigue leyendo