Probamos las Adidas Solar Glide

zapatillasHace un año nos iniciamos en el running con unas Adidas Supernova, unas zapatillas de entrenamiento tan cómodas que al final terminé usándolas para caminatas y un poco para el día a día en general.

En esta ocasión probamos sus sucesoras, las Adidas Solar Glide, unas zapatillas de entrenamiento para pisada neutra que creo que mejoran en algunos aspectos respecto a su versión anterior.

Los de Adidas no han conseguido que la gente dejara de llamar Supernova Glide 9 a las que quiso bautizar únicamente con el nombre de Supernova, y, en un movimiento que considero acertado, han reunido bajo la nueva línea Solar a tres zapatillas de entrenamiento muy interesantes: Solar Boost (antes Energy Boost), Solar Glide y Solar Drive (antes Response), donde las Solar Glide destacan por ser, tal vez, las más compensadas para kilometradas a ritmo «tranquilo», especialmente interesantes atendiendo a su precio actual que se sitúa en torno a los 80 €. De las tres mencionadas, las Solar Glide son las que ofrecen más soporte al pie, con lo que, aunque tal vez más dirigidas hacia corredores de 80-85 kg, corredores más ligeros también sacarán partido a estas zapatillas a la hora de enfrentarse a tiradas largas (+20 km).

Toma de contacto

La primera toma de contacto con las Solar Glide fue… espectacular. Aunque a simple vista diría incluso que las Supernova parecen mejor elaboradas, ha sido nada más introducir el pie en las nuevas Solar Glide cuando he notado una sensación de comodidad total, sensación que se corrobora con los primeros kilómetros de rodaje, que han transcurrido súper cómodos y sin ningún tipo de molestia, pese a tratarse de unas zapatillas nuevas.

Busca las diferencias

Vistas desde el lateral, en las Solar Glide encontramos las primeras diferencias con las «antiguas» Supernova.

Proveniente de las famosas Ultra Boost, vemos como la lengüeta trasera ha crecido para dar más soporte al tendón de aquiles. A su vez, los contrafuertes se han dividido es dos piezas individuales, en lugar de la pieza única semi-unida que incorporaban las Supernova. Supongo que todo esto va encaminado a dar sujeción al talón sin por ello limitar la libertad del tendón de aquiles.

Siguiendo hacia la mediasuela, comprobamos como la sección de EVA ha crecido para dar más soporte al mediopié, mientras que parece haberse reducido un poco en el antepié. En cuanto al Boost, parece haber crecido unos milímetros hacia atrás y hacia los laterales del antepié, creando una base de apoyo todavía un poco más amplia.

La sujeción del empeine se ha vuelto más rígida, con un upper más ceñido a base de dos placas termoplásticas más contundentes en la zona media y con un perfil más bajo en la zona de los dedos, aunque sorprendentemente esto no afecta a la comodidad de los mismos.

 

En la suela encontramos el Stretchweb ligeramente modificado para reforzar la durabilidad en la zona de salida por el dedo gordo, a la vez que se ha modificado el Torsion System central.

Conclusión

En general, Adidas ha dotado a las Solar Glide de un aspecto más agresivo que sus predecesoras, consiguiendo un look más runner, el cual, a falta de hacer más kilómetros, parece que no sólo se queda en el aspecto visual, sino que se ve reflejado en cada zancada que vayamos dando con ellas.

Prueba de material // Garmin Forerunner 25

Actualmente tenemos el mercado plagado de dispositivos GPS deportivos dedicados. Los hay de tipo reloj y los que van en un soporte en el manillar de la bicicleta, los hay también de mayor y de menor calidad, con batería de mayor y menor duración, con mapas integrados o no, dedicados a algún deporte específico, capaces de leer las notificaciones del móvil y con capacidades multimedia… Las posibilidades se disparan y a veces «perdemos el rumbo» con los GPS.

Hoy quería hablar del dispositivo que me he pillado para grabar carreras y caminatas, que no es otro que el Garmin Forerunner 25.

En el punto de mira estuvieron otros dispositivos tales como el Lezyne Micro GPS y el TomTom Runner. Buscaba un dispositivo útil, sencillo y eficaz, y creo que he acertado de pleno. Lo he estado probando durante unas semanas y realmente estoy encantado con este GPS. ¿Por qué?

El Forerunner 25 es un dispositivo que, a día de hoy, es bastante económico, ya que lo encontramos por debajo de los 90 euros. Por ese precio obtenemos un GPS que incorpora todas las funciones básicas que puede necesitar alguien que corra a nivel no profesional, incluidos temporizadores y alarmas para realizar series, alarmas por zonas cardíacas (necesitas banda de pecho) y también sirve como monitor de actividad diario. Es un reloj de bajo peso y reducidas dimensiones, con pantalla monocromo de buena legibilidad y batería para unas 10 horas de ruta (formato L) o varias semanas en «modo reloj». Además, es capaz de leer notificaciones del móvil, así como permite sincronizar las rutas de manera inalámbrica con la aplicacion de Garmin. El menú es sencillo e intuitivo, y el funcionamiento impecable.

Hay personas que se quejan de que tarda un montón de tiempo en sincronizarse con los satélites GPS. Esto puede ocurrir cuando usamos el reloj sin haberlo sincronizado con la aplicación móvil recientemente, ya que, cuando sincronizamos, se cargan los datos actuales de los satélites en el reloj, lo que ayuda a captar la señal en cuestión de segundos. En cualquier caso, si vemos que tarda en recibir la señal, basta con sincronizarlo con el móvil un momento, hasta que pilla señal, y después ya podemos usarlo sin necesidad de llevar el móvil encima. En mi caso, pilla señal perfectamente incluso iniciándolo en el interior de casa y sin conectarlo al móvil.

El Forerunner 25 es un GPS centrado en el running, pero esto no quiere decir que no nos vaya a solucionar la grabación de nuestras rutas en bicicleta. Lo único que sucede es que, en esa tesitura, no nos ofrecerá en directo datos relativos a la altura o grado de desnivel, entre otros, ni tampoco nos ofrece la opción de seguir una ruta prediseñada. En cualquier caso, una vez sincronizada la actividad con la web (también se puede cargar automáticamente en el Strava, por supuesto), basta con especificar qué tipo de deporte estuvimos haciendo para que los datos se muestren acorde a lo que hemos practicado, con todos los datos bien representados.

Relojes GPS en Bikester.es

Tercer día de running: tocado y hundido

Un poco tocado es como salí a correr en mi tercer día, y hundido es como terminé el día.

Pongámonos en situación. Uno sabe que da igual que seas un «pro» del ciclismo… uno sabe que cambiar de deporte es tener que acostumbrar el cuerpo a un reto nuevo, y que no va a ser fácil. Uno se busca un planning para empezar desde cero en lo de correr, realiza sus estiramientos y no sale dos días seguidos a correr. Camina dos minutos, intenta correr suave otro minuto y medio. Uno se siente patoso y novato en el nuevo deporte, pero no queda otra para llegar a buen puerto…

Uno sale a correr el tercer día aún con alguna molestia del segundo día, pero cree que será cosa de calentar un poco y listo. Uno sigue corriendo suave y caminando; aún estamos en la primera semana. Uno ve que algo no va bien con las molestias y decide caminar más que correr. Termina la sesión del día, se ducha, va al trabajo y nota como un tobillo va cogiendo cojera a lo largo del día, hasta terminar la jornada caminando a duras penas y con el tobillo inflamado. Veredicto: esguince, con pronóstico de dos a tres semanas por delante para recuperarlo.

Uno no se explica cómo puede haber un esguince sin haber doblado el tobillo en ningún momento, y habiendo seguido una pauta tranquila en los primeros compases del nuevo deporte. Pero ha sucedido, y ya no tiene remedio, más que guardar reposo en cuanto al deporte se refiere.

Así que, chavales, el consejo que hoy quiero dar con esto es mantener siempre un respeto a la hora de comenzar a practicar cualquier nuevo deporte. Si hay molestias sospechosas, mejor parar y dejarlo para otro día, que romper algo y tener que guardar reposo durante semanas para recuperarlo.

Primera experiencia running

Es curioso como cambia la mentalidad, a veces de un día para otro. Después de años de decir que el correr no va conmigo, de pronto me pica el gusanillo de probar a salir a correr. Y como soy siempre técnico, me empapo de información sobre zapatillas y sobre planes para comenzar a correr, y me veo comprando mis primeras zapatillas y saliendo a probar qué es eso de correr.

Amigos y compañeros runners del trabajo te dicen: «anímate a correr, que para ti va a ser fácil, que ya tienes el fondo de hacer ciclismo». ¡Los cojones! (con perdón) jaja. El resultado de haber salido un día a correr, de suave y siguiendo un plan básico para comenzar en el mundo del running, han sido unas contundentes agujetas que me han tenido dos días roto de piernas, y que se han prolongado durante cuatro días. ¡Agujetas! Éstas sí que me han pillado por sorpresa, no por tenerlas, sino por la severidad de las mismas, aún habiendo comenzado de suave, realizando los estiramientos oportunos tras la sesión, y con esas piernas que crees que tienes cinceladas a base de rodar en bicicleta. Gemelos, tibiales y compañía de la parte baja de la pierna han sido los más afectados. Además de eso, compruebas que el fondo de bicicleta parece que no vale de nada al cambiar de deporte: pulso que se dispara y un aguante corriendo que no da más de sí que lo que recomienda el plan de comenzar a correr. Es decir, viniendo del ciclismo y teniendo el cuerpo preparado para el deporte, quise saltar la primera semana y comenzar por 2 minutos de correr y 2 de caminar, pero comprobé pronto que 2 minutos se me iban de las manos.

En definitiva, el día uno me ha roto tanto que me puedo hacer la idea de los beneficios que puedo sacar de todo esto con constancia. Lejos y duro se ve llegar a correr entre media y una hora seguida, pero si cuesta, es que vale la pena, ¿no?

Zapatillas running en Bikester.es