En estos tiempos que corren, en los que la electricidad, combustibles y materias primas en general han subido a precios desorbitados, varias empresas de servicios de internet están subiendo sus precios de suscripción.
Entre mis suscripciones habituales, la primera y más llamativa en comunicar una subida de precio ha sido Amazon, quienes subirán el precio de su suscripción anual de 36 € a 49,50 € para todas las suscripciones a partir del 15 de septiembre. Y aún así, sigue siendo uno de los servicios más económicos, especialmente si tenemos en cuenta todo lo que Amazon Prime ofrece.
Otro de mis servicios que se han subido al carro de los ajustes ha sido Strava, cuya suscripción anual ha pasado de 59,99 € a 68,99 €.
Cada uno tiene sus servicios de pago y, quién más, quién menos, habrá visto diversas subidas de precios que se le van a aplicar. Pero claro, nosotros tenemos nuestros propios problemas, con el pago de la gasolina y la electricidad, más las subidas de todos los productos básicos del «súper».
Si no me equivoco, creo que no seremos pocos los que optemos por cancelar varias de nuestras suscripciones a productos superfluos. Amazon se va fuera, pues no lo uso tanto como para pagar 45 euros por él, y para realizar algún pedido puntual prefiero pagar un mes de suscripción, que también sube a 4,99 €, y andando.
Strava también se va fuera, pues el servicio básico que ofrecen es suficiente para mí. Además, ahora que han incluido Beacon en el servicio gratuito, la suscripción ha perdido alicientes conmigo.
Incluso HBO Max, a mitad de precio, se queda fuera. HBO Max ofrece unos contenidos que ya de por sí no me interesan demasiado… Estaba bien desde que lanzaron eso de la suscripción a mitad de precio por vida, pero unido el contenido de poco interés para mí con disponer de las peores aplicaciones tanto para móvil como para smart tv y tv box, ha terminado siendo otro servicio del que prescindir.
Si no estoy errado, serán muchos usuarios los que, como yo, prescindirán de diversos servicios de internet esta temporada, y subir precios no ayuda a que ciertos servicios que sí mantendríamos con el precio anterior, ahora pasemos de ellos.
Hay que entender que ciertas plataformas alcanzan la rentabilidad cuando su masa de usuarios crece. Sabemos que servicios como Netflix o Spotify no han alcanzado todavía la rentabilidad, pues sus gastos son iguales o mayores que sus ingresos, encontrándose en una carrera de fondo hasta conseguir suficiente masa de usuarios como para alcanzar la rentabilidad. De tal modo, perder suscriptores en lugar de ir ganándolos paulatinamente, supondría un gran varapalo para este tipo de empresas que compiten en una larga maratón para lograr rentabilidad, por lo que han optado por mantenerse en sus precios pre-guerra, pues subirlos a costa de perder usuarios sería un grave error.
¿Qué ocurre, por ejemplo, con Amazon? Si Amazon sube el precio de su suscripción debido al aumento de gastos en infraestructuras esto resulta en una acción, en principio, legítima. Pero claro, si fuera el caso de que, a costa de la subida de precio, la pérdida de usuarios de pago fuera notoria, podría terminar siendo una acción contraproducente.
Ya veremos como termina esto, pero yo diría que tal y como están las cosas en la actualidad, no pinta bien el panorama para los servicios de «entretenimiento» online, y subir precios a costa de perder usuarios no creo que sea la solución, sino que puede terminar siendo un parche que incluso podría volverse en contra.