15 años en WordPress

Hace 15 años tuve que realizar una nueva elección de servicio para continuar editando un blog, tras el cierre del anterior servicio que estaba utilizando. Por pura casualidad aterricé en una plataforma que me era totalmente desconocida, WordPress.com, un servicio web dedicado a dar cabida a páginas web o blogs personales de manera gratuita o también profesionales y que se basa en la plataforma de software libre WordPress.

RAE

Este sitio, como buen blog, siempre estuvo marcado por no tener ninguna temática en concreto, además de estar contado todo desde un punto de vista llevado a lo personal. Esta web no tuvo nunca la intención de convertirse en un servicio ni famoso ni destinado a obtener ingresos, así se ha mantenido a lo largo de los años como un espacio puramente personal y está simplemente dedicado a redactar mis ocurrencias, a practicar la escritura y a ordenar o aclarar mis propias ideas.

La temática ciclista, ahora algo abandonada, atrajo gran parte de las visitas a este blog y sigue disfrutando de los artículos más buscados y más vistos de esta página. Incluso tuve alguna propuesta monetaria por ello. Dedicar más tiempo a esta temática o centrar el blog en ella, sin duda habría podido terminar rentabilizando este espacio, pero no es el motivo por el que edito este blog.

En una ocasión, alguien contactó conmigo para ofrecerme una «colaboración». Se trataba de que diera visibilidad a su tienda online de ciclismo. Sin tratar nada en concreto, ofrecí poner enlaces cuando hablaba de algún artículo de ciclismo hacia su tienda en lugar de usar Wiggle o Amazon, como solía hacer. Como agradecimiento, se me otorgó un vale en su tienda por un valor de 150 euros. Este vale se lo regalé a un amigo que aprovechó en su día para comprarse un juego completo de frenos Shimano XT para su bicicleta.

Como agradecimiento, ahora por mi parte, coloqué un enlace permanente hacia su tienda en uno de los artículos más visitados de este blog. En cambio dejé de poner enlaces en cada nuevo artículo de ciclismo y seguí usando mis preferencias, pues en las tiendas especializadas en las que solía comprar los precios eran siempre más económicos y no me gustaba dirigir a los lectores del blog hacia un servicio más caro. Y ahí se terminó toda la monetización y toda colaboración ajena que tuvo este blog.

Un tema que sí he tratado de mantener siempre alejado de aquí es la política. La política, como la religión, como el fútbol, etc., son temas controvertidos que suelen atraer fanatismos, y esto nunca trae nada bueno. Lamentablemente, existe poca gente dispuesta a dialogar tranquilamente con gente que opine diferente. No quiero polémicas aquí, quiero buen rollo.

15 años y 514 artículos es el balance actual de este blog. Tras de sí están muchas, muchas horas de edición, porque, pese a lo que pueda parecer, cada artículo es escrito y revisado bastante concienzudamente. Pongo mucho mimo en que haya los mínimos errores posibles de escritura, además de que trato de contar las cosas de la manera más clara posible, lo que, a menudo, me lleva a reescribir o corregir frases o párrafos completos.

Pese a tanto cuidado puesto en este blog, empezando por mantener una interfaz amigable, he arrastrado 15 años este grave error y no era consciente de ello. En fin, cosas que pasan.

Saludos.

de Dani Publicado en Varios

Lo estuve haciendo mal…

Supongo que nunca es tarde para rectificar, y hoy toca hacerlo.

La verdad es que, pese a llevar tantos años escribiendo este blog (y éste ya venía heredado de otro servicio web que había cerrado), nunca pensé, ni me planteé, que algo tan simple y sencillo como la justificación del texto pudiera causar problemas de lectura y que lo estuviera haciendo mal.

Es cierto que siempre me pregunté por qué demonios el editor de WordPress no disponía de un botón para justificar el texto a ambos lados, acción que yo creía básica, y también siempre me preguntaba, cuando entraba a una web que no justificaba los textos, por qué lo harían así. La verdad es que hasta pensaba que era por dejadez…

Parece ser que nada más lejos de la realidad. Por lo visto, no justificar los textos a izquierda y derecha está considerado una buena práctica en general, y un tema obligatorio cuando se habla de la web, pues, por lo visto, dicen que la irregularidad de los textos no sólo ayudan a posicionarte mejor en la línea correcta sino que, además, puede acelerar la velocidad de lectura, al estar igualados los espacios en blanco, espacios que, a veces, pueden llegar a ser demasiado grandes y crear patrones que entorpecen la lectura.

Por si fuera poco, parece ser que no justificar los textos a ambos lados es una práctica que ayuda a personas con dislexia, y es un requisito para cumplir ciertas directrices de accesibilidad.

La verdad es que, a mi vista, no veo gran diferencia, además de que siempre se me hace raro ver y leer textos sin doble justificación. No obstante, y pensando en todos, así lo haré a partir de ahora. Lamentablemente, corregir todas las entradas anteriores sería un trabajo enorme, de modo que se van a quedar como fueron editadas.

Prejuicios

Hubo un tiempo en el que comencé a pensar que en esta era marcada por las redes sociales, el streaming de vídeo, el tener como referente a los youtubersgamers, etc., se estaba creando de alguna manera una nueva generación algo «atontada», lo cual, por otro lado, ofrecería grandes oportunidades a la gente que se preocupase por formarse, ya que los profesionales serían cada vez más escasos.

Sólo había que salir a la calle o ir a cualquier bar para fijarse en la gran cantidad de gente que está siempre pendiente de su «atontaphone», invirtiendo casi siempre el tiempo en el WhatsApp, YouTube, Facebook, Instagram, etc.

Así es que me llevo una grata sorpresa cuando reviso el panorama actual de, por ejemplo, la programación, un área ardua que, pese a la creciente demanda de profesionales, creía que iría un tanto en déficit de programadores, y la sorpresa es comprobar que nada más lejos de la realidad.

El sector de la programación parece disponer de buena salud, con un interés creciente por parte de toda índole de individuos y edades, con o sin experiencia previa en esta temática. No sólo la gente elige esos estudios en edad escolar sino que existe mucha gente que está estudiando por su cuenta para tratar de cambiarse de profesión. Hablamos de gente autodidacta que se apoya en la documentación en línea o echa manos de los excelentes y accesibles cursos que gente con mucha dedicación pone a disposición global para quién esté interesado en aprender algo nuevo. También, por supuesto, existen cursos más caros, bien sean presenciales u online. El sueño de muchos es cambiar/mejorar su vida laboral; muchos lo han conseguido ya, a base de dedicar su tiempo libre a estudiar en lugar de dejarse llevar por el banal entretenimiento.

Por supuesto, también tengo contacto y conocimiento de mucha juventud que se esfuerza en sus estudios, que viaja al extranjero para manejarse mejor por el mundo y por otros idiomas, para liberar barreras… Barreras que, lamentablemente, tal vez algún día crucen para emigrar a un país donde sus esfuerzos sean mejor recompensados que en la, lamentablemente, achuchadora España con los mejores profesionales y emprendedores.

En todo caso, mis pREjuicios tornan en esperanzas de que, tal vez, estaba muy equivocado con el pERjuicio que el entretenimiento móvil/internet estaba creando en las nuevas generaciones, también en la sociedad en general. Otro tema ya sería esperar un uso correcto del idioma, bes y uves, haber/a ver, echo/hecho, por qué/porque/porqué… Pero bueno, a veces tampoco es lo más importante.

La verdad es que, el simple hecho de que existan multitud de canales en YouTube dedicados a la programación, a las ciencias, a las matemáticas… y que tengan grandes cantidades de seguidores, es ya de por sí muy reconfortante.

No se me malentienda, que nada tengo yo contra el entretenimiento digital, pero mejor si no es el centro de nuestras vidas, ¿no?

Hablar por hablar: una de tamaños

Haberme pasado a un móvil de 6,3″ ha hecho que me plantee cómo juega la mente con nuestras decisiones o gustos. Parece que el común de los mortales es reticente a grandes cambios, mientras que tolera bien las evoluciones paulatinas.

Y es curioso como las marcas saben aprovecharse de esta psicología para vendernos varias veces una misma solución a un problema dado. A veces incluso creo que las empresas quieren saltarse el paso tonto intermedio, pero al final tienen que ceder ante el usuario (quien no es tan fácil de convencer como pudiera parecer en un principio), y llevar las cosas con más calma (no sin beneficios extra para ellas).

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¿Animales con derechos humanos?

No hace mucho… creo que fue una política la que se equivocó en un comunicado y dijo que los animales también tenían derechos humanos. «Evidentemente», la mayoría de la sociedad se le echó encima, entre risas unos e indignación otros; menuda aberración había dicho…

Lejos de querer entrar en la polémica de si matar animales sí, matar animales no, quisiera centrarme en las brutalidades contra animales. Es decir… sobran noticias recientes a las que echar mano: caballos apaleados hasta la muerte, gatos que se masacran por diversión (que si se le pone explosivo en la boca a uno, que si se perdigonan otros…), perro molido a palos…

Yo me pregunto, y le preguntaría a los que no están a favor, ¿no sería buena idea juzgar estos casos como si fuesen crímenes contra humanos? Es decir, ¿de verdad, como padres, como hijos, como abuelos…, os gustaría tener cerca de vuestras familias a individuos que realizan estos actos por diversión? ¿Cuál creéis que suele ser el siguiente paso de estos individuos?

A mí me aterra. La gente como la que no tuvo escrúpulos para apalear yeguas hasta la muerte aquí, por mi zona, tal vez «por riñas entre vecinos», quién sabe, tampoco los tiene para poner trampas para ciclistas «porque les molesten que pasen», para provocar incendios, o para «encargarse» por la vía rápida de cualquiera que se les meta entre ceja y ceja, por ejemplo.

Los animales no gozan de «derechos humanos», pero en muchos casos, aplicárselos, creo que no estaría de más, aunque sólo sea para, con ello, protegernos a nosotros mismos.

¿Hay que conocer la historia para no volver a cometer los mismos errores?

¿Cuántas veces habréis escuchado esa famosa frase: «hay que conocer la historia para no volver a cometer los mismos errores»? Y cuánta gente se la apropia, ¿verdad?

Repelús me da esta cita, ya que parece que nos aboca a cometer todos los errores posibles al menos una vez. ¿No sería mejor, ya que tenemos cierto raciocinio, el ser previsores y pensar en las consecuencias de un acto o un nuevo invento antes de cometerlo o crearlo? Es que parece que, como aún no existía o no se había hecho, nos exonera de toda culpa. Es cierto que puede haber algún caso en el que las consecuencias de un acto sean realmente imprevisibles, pero creo que no es lo común; lo normal es que ya se vea por donde van a ir los tiros de una acción. El clásico «malo será que…», cuántos disgustos nos lleva dado.

Pero aún es peor cuando algo que ya se ha hecho con un resultado fatal, se vuelve a hacer: «No, que ahora es diferente»; «No, que a mí no me va a pasar, que yo controlo». Al final, terminas pensando que el ser humano, de listo, tiene poco.

Stop!

De la noche a la mañana, una gran cantidad de artículos de este blog se han llenado con una señal de «dirección prohibida». Esto no es otra cosa que la desaparición masiva de fotografías que estaban colocadas a modo ilustrativo en los diversos posts y que han pasado a «mejor vida» después del cierre de Picasa por parte de Google, servicio que hospedaba la mayoría de las imágenes que aparecían en este blog. Dado el tamaño del blog, arreglar los artículos afectados es un tema que no me compensa, con lo cual, simplemente disculparme por las molestias.

bye bye Picasa, te acompañamos en el sentimiento, y esperamos que te reencuentres con Google Reader y tus servicios más queridos allá donde vayas.

stop

de Dani Publicado en Varios