Prueba de material // Logitech G305

Hoy comentamos el Logitech G305 Lightspeed, un dispositivo que cuenta con muy buenas referencias y que, en el momento de escribir este artículo, se encuentra casi a mitad de precio, encontrando este ratón con características avanzadas por debajo de los 35 €.

La verdad es que, aunque al principio no lo noté así, con el uso me convertí en un usuario enamorado del ratón M185 de Logitech. Súper ligero, muy económico, con un funcionamiento perfecto y con una enorme autonomía con tan sólo una pila AA (ni la del teclado ni la del ratón las he tenido que cambiar en estos dos años y medio de uso, confinamiento por medio), no pudo más que ganarme como fan.

Ahora, en cambio, opté por el G305 debido a sus recomendaciones y a su buen precio actual, además de la buena experiencia con la marca. Este ratón gamer es bastante ligero (no tanto como el M185 pero no está mal), y tiene una base más estable. Cuenta con un tiempo de respuesta ínfimo, y tanto su sensor como sus botones, de agradable tacto, se pueden configurar desde el software.

Si no se instala el software Logitech G Hub, los tres botones extra funcionarán de la manera «tradicional», cambiar el DPI con el central y página atrás/página adelante con los laterales. Al cambiar el DPI con el central, el LED nos informará en qué modo de los cuatro disponibles nos encontramos cambiando de luz en cada uno. En mi caso, he optado por configurar los botones extra como «New tab», «Go Back» y «Close tab», consiguiendo sacarle así algo de partido a los botones extra con estas funciones tan típicas en el navegador.

El ratón funciona con una única pila AA y promete 250 horas de uso en su modo top, mientras que también dispone de un modo de ahorro de energía. Como detalle, posee un LED que nos avisará de batería baja cuando esta esté al 15% de su capacidad, especialmente indicado para que un gamer no se quede tirado a mitad de partida; al resto, nos dará igual y seguramente aprovechemos el total de su pila hasta que no dé para más.

En el embalaje del G305 se incluyen la correspondiente pila AA más un cable extensor de USB, dedicado a los más puristas que quieran acercar el sensor inalámbrico lo máximo posible al ratón, para reducir el input lag lo máximo posible. En la práctica, no apreciaremos diferencia alguna entre tener el receptor más cerca del ratón o directamente conectado al puerto USB del ordenador. Mencionar que este ratón inalámbrico presume de un tiempo de respuesta de 1 milisegundo, gracias a sus 1000 Hz de frecuencia de muestreo, a la altura del mejor clableado gaming. También presume de sensor HERO, un excelente sensor de la casa que le otorga a la vez máxima precisión y bajo consumo.

Concluyendo. Estamos ante un ratón de categoría, muy recomendable al precio actual, perfecto para gamers pero también para quien busca un dispositivo de precisión.

Prueba de material // Krom Kasic TKL

(ACTUALIZADO: 31/07/22)

Quería probar un teclado mecánico pero sin hacer una gran inversión, porque siempre cabía la posibilidad de que fuese una experiencia que no se llevase bien conmigo. Además, había mucho donde escoger y mucho donde meter la pata. Porque, ya puestos, quería probar un teclado más compacto, un TKL (TenKeyLess, o sin teclado numérico), pero que tuviera el resto de las teclas en las posiciones tradicionales, y que dispusiera de controles multimedia, por lo menos de volumen. Para finalizar, había que elegir el tipo de switch mecánico, pues hay mucha variedad, siendo los básicos el red o lineal, el blue o clicky, y el brown o «táctil».

Tras unos días de búsqueda, llegué a una marca, casualmente española, Krom, y a dos de sus teclados, que parecían gozar de buena aceptación en calidad/precio. Uno se llamaba Kasic y el otro Kernel. Al final, por comentarios y precio, me decidí por el más básico Krom Kasic TKL.

22,72 € es lo que me ha costado este Krom Kasic TKL. La verdad es que por ese precio me esperaba un teclado con una construcción más bien pobre, pero la verdad es que estoy muy satisfecho con el resultado. Vamos a ver los pros y contras que encuentro a este periférico.

PROS

Este teclado cuenta con interruptores del tipo red. Pese a ser unos conmutadores de «marca blanca», no los famosos Cherry MX, ni siquiera los Outemu que incorpora el Krom Kernel, no noto ningún sonido que denote baja calidad del interruptor ni vibraciones extrañas de las teclas. Pulsar tecla a tecla ofrece una sensación muy agradable. Este teclado cuenta con unas teclas de perfil alto las cuales están dispuestas con curvatura ergonómica, como los teclados clásicos, y como venía de un teclado con las teclas dispuestas en posición plana (lo que hace que se alejen de los dedos) y de bajo perfil, tuve que acostumbrarme un poco a volver a tener las teclas más accesibles. También tuve que acostumbrarme a volver a teclear con teclas de mayor recorrido y sin tacto de clic. A ambos temas te acostumbras rápido, en apenas un par de días de uso, si bien tiene sus «peros»… que luego veremos.

Este teclado dispone de 25 teclas «anti-ghosting». Aunque los hay mejores, con este teclado se nos asegura que podremos jugar sin conflictos entre teclas. De hecho, lo probé a posta en una situación donde mi anterior teclado daba problemas y aquí perfecto.

El teclado es TKL (o sin teclado numérico), y además su construcción es sin bordes, lo que hace que nos sobre mucho sitio en el escritorio para tener, por ejemplo, más accesible el ratón. Si eres un usuario que no hace gran uso (o ninguno) del teclado numérico, esta es una gran opción.

Disponemos de retroiluminación de las teclas, lo que no le queda nada mal. En este teclado podemos elegir con una tecla dedicada a tal efecto entre diversos patrones de animaciones de luces, así como elegir el nivel de velocidad de intermitencia de estas animaciones, o bien dejarlo en modo luz fija. También podemos elegir el nivel de brillo de sus LEDs, tres niveles más apagado, siendo el nivel medio el que más se ajusta con mis gustos.

CONTRAS

Si bien disponemos de retroiluminación LED, no se trata de un teclado RGB, es decir, no podemos elegir el color de la iluminación, sino que viene prefijada en modo «arco iris» con cinco colores fijos, en los que, como ya dijimos, podemos elegir entre tres niveles de intensidad o apagado, y también podemos seleccionar ciertos patrones de animación, pero eso es todo. La parte negativa de esto es que hay teclas con colores que hacen que sus símbolos se vean muy bien, mientras que hay otras, en concreto las retroiluminadas por color lila, en las que la retroiluminación no hace muy visibles sus símbolos, pareciendo bastante apagadas al lado de sus hermanas.

Hablando de los símbolos, disponemos de una tipografía que me parece poco agraciada. Aquí se nota el downgrade de este teclado tan económico. La tipografía es poco elegante y además le falta definición a ciertos símbolos, que están como mal pintados, lo que ocasiona que la retroiluminación los marque deficientemente. Es curioso, porque he visto usuarios por YouTube en los que las teclas del Kasic tienen la tipografía mejor definida. También, y esto tardé tres meses en darme cuenta, existe una tecla, la de abrir admiración o interrogación, que tiene los símbolos invertidos, con abrir admiración en posición mayúsculas e interrogación en minúsculas… pero funciona de la forma esperada, o sea, al revés.

El siguiente punto que me parece «negativo» de este teclado es el haber sustituido la tecla para abrir las propiedades (el equivalente al ratón secundario del ratón) por una tecla dedicada para cambiar entre los patrones de iluminación del teclado. Preferiría que hubiesen solucionado este tema mediante una tecla de función, igual que lo hacen para subir o bajar la iluminación o cambiar la frecuencia de las animaciones LED, y haber dejado la tecla tradicional disponible, que si bien casi nadie utiliza, en algún momento de la vida en que el ratón no respondía o se había quedado sin batería, he tenido que echar mano de ella.

Es curioso, ya que estos tres «contras» se solucionan en el Krom Kernel TKL.

Los interruptores red de este teclado (supongo que así son los red en general) requieren una fuerza relativamente baja para ser pulsados (notablemente más baja que mis teclados anteriores de membrana). Esto, unido a la falta de respuesta táctil de la tecla, y unido también a que la pulsación real de la misma se produce a medio recorrido del interruptor (y no al final, como en los teclados de membrana o como sería lo lógico), nos provocará pulsaciones indeseadas en juegos (al menos al principio, hasta que reeduquemos nuestros dedos), ya que algún dedo que apoyemos un poco de más, sin querer, en una tecla, nos provocará la pulsación de la misma.

Siguiendo con las teclas, me llama especialmente la atención que las teclas más gordas, como el «Enter» o el «Backspace», requieran una fuerza de pulsación notablemente superior al resto de las teclas. Este tema, que desconozco si es común dentro de los teclados mecánicos, en mi teclado de membrana no sucedía, y lo que nos provoca, sobre todo al principio, es que nos restará velocidad en la escritura, hasta, nuevamente, reeducar los dedos.

SENSACIONES

El período de prueba antes de escribir estas palabras ha sido de dos meses, tiempo durante el cual he estado usando este teclado para mis tareas de escritura y para el juego Hollow Knight. El tacto para escribir es agradable, pulsar tecla a tecla es una delicia, pero creo que es en los juegos donde este teclado brilla especialmente, tanto por tacto como por tamaño. Y es que, tras esos dos meses de uso, volví a conectar mi anterior teclado de membrana para apreciar las luces y sombras de usar el Kasic mecánico TKL. En principio, estoy encantado con el formato TKL y la sensación de tecleo que aporta no está mal, pero he de decir que me parece un teclado fantástico a la hora de jugar, especialmente por el tacto de las teclas, pero no tanto a la hora de afrontar un uso más ofimático o cotidiano, donde un teclado completo, a poder ser con teclas dedicadas para multimedia o el navegador, unido a un mejor feedback de pulsación y unas teclas de menor perfil y menor ruido, sin olvidar la conexión sin cableado, creo que ofrece una mejor experiencia para estas tareas. Además, teclear durante largas sesiones con teclas de perfil más bajo reduce el cansancio general de manos y brazos, al menos en mi caso. En pruebas de velocidad, ya totalmente adaptado al teclado mecánico, me mantengo con éste entre 350 y 400 pulsaciones por minuto, mientras que con el teclado de membrana, incluso después de un par de meses sin usar, saco por encima de las 400 pulsaciones sin problema, y con menos errores.

Todo esto me crea un conflicto, porque jugar con un teclado de membrana tras haber probado el Kasic se vuelve un tanto desagradable, ya que el tacto tecla a tecla del mecánico es fantástico y además el anti-ghosting hace que no haya que estar buscando la combinación de teclas perfecta para no tener conflictos entre ellas. Pero claro, por otro lado, he descubierto que sigo prefiriendo el teclado clásico para las labores de edición de texto y trabajo en general con el PC. De modo que, para resolver esta disyuntiva, tengo que optar por el teclado que vaya mejor para las tareas que realizo más habitualmente, y… realmente me cuesta decidir. En principio, optaría por quedarme con el MK270, pero es que este Kasic tiene algo… adictivo.

CONCLUSIONES

El Kasic es un teclado mecánico económico pero que está bien construido y su funcionamiento no decepciona. Tanto si eres un usuario que baraja un bajo presupuesto para un teclado mecánico, como si eres usuario de uno de membrana y quieres experimentar las bondades de uno mecánico, esta es sin duda una gran opción. Mencionar también que, si no podemos vivir sin el teclado numérico, tenemos disponible una versión de teclado completo, igualmente muy económica.

Como ya he comentado, me parece un gran teclado para gaming, mientras que para un uso ofimático/programación/web… mi recomendación sigue siendo un teclado tradicional, con teclas de perfil medio-bajo, feedback de pulsación y bajo recorrido de las teclas, donde escribir rápido resulta en una tarea a priori más fluida y silenciosa. No obstante, el precio de este Kasic lo hace ideal para probar el mundillo de los teclados mecánicos antes de meterse a periféricos más caros, y a veces es importante quitarse el gusanillo o las dudas del medio.

Prueba de material // Auriculares QCY T1

Algún día había que probar unos auriculares inalámbricos modernos, diminutos… Pero el mercado está plagado de cientos de modelos, a cual más barato, y muchos parecen ser más un timo que algo útil. Me he decidido por los «Amazon’s Choice», unos auriculares de precio intermedio, de marca que desconocía, pero avalado por multitud de comentarios positivos. Así que me pillo un par de QCY T1 (para servidor y pareja), a ver si nos quitamos los cables del medio.

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Prueba de material // Teclado + ratón Logitech MK270

(ACTUALIZADO: 2/08/22, tras casi tres años de uso)

En esta ocasión analizamos el combo ratón + teclado inalámbrico económico de Logitech.

19,99 € fue lo que me costó en su momento este combo MK270, conjunto inalámbrico versátil que nos servía tanto si buscábamos movilidad para conectarlo a la smart tv, por ejemplo, como para ser nuestros periféricos principales de escritorio, ya que todo lo que sea eliminar cableados siempre ayuda a ganar en espacio y orden. Hoy en día aún se puede encontrar nuevo, en español y a un precio similar.

El teclado incluido en el pack incluye un set de teclas bastante clásico. Disponemos de un corte de teclas de perfil medio integradas en un teclado plano completamente tradicional, más unos botones básicos multimedia e internet extras en la parte superior que resultan bastante útiles (play/mute/vol+/-/navegador/correo/pc-on-off/calculadora). La disposición de las teclas en plano resulta en una ergonomía a la que hay que adaptarse un poco si venimos de teclados que dispongan de curvatura ergonómica. Adaptarme fue cuestión de un par de días de reacondicionamiento. Desde entonces, tres años encantado con esta disposición y feedback de teclas. Tanto es así que, tras haber pasado tres meses usando un teclado mecánico, volví a dar uso a este teclado porque me gusta más el tacto de las teclas y su bajo nivel de ruido, mejora mi velocidad de escritura y elimina mucha fatiga al realizar esta acción frecuentemente.

El teclado funciona con dos pilas AAA (incluidas) que durarán largo tiempo, unos 24 meses (según uso), donde no habrá que tocar el switch ON/OFF excepto cuando lo portemos de viaje (esto está para que no se gasten pilas si las teclas se van pulsando por el camino). Es cierto que no he dado un uso intensivo al ordenador en estos tres años, pero el teclado aún sigue funcionando con la pila original, tres meses de confinamiento intensivo por medio.

Dicen que los teclados inalámbricos van mal para jugar porque tienen retardo al sumar el retraso que provoca el sistema inalámbrico más el retraso que provoca la conexión USB… Será en competición, porque para el resto yo no tengo la más mínima sensación de lag. Tanto a la hora de escribir, como jugando con plataformas de precisión, como Giana Sisters, Ori and The Blind Forest o el intenso Hollow Knight, ningún problema, la sensación que tengo es de que la respuesta es instantánea.

Como no es un teclado anti-ghosting, lo que sí tuve problemas con el juego Hollow Knight es que tuve que buscar una configuración de teclas que no entrasen en conflictos al pulsar varias a la vez (normalmente uso las de dirección más el conjunto ZXCV ASD). Conseguí eliminar conflictos usando las teclas de dirección tradicionales más el conjunto FGHJ RTY para las acciones de salto, golpear, etc. Así conseguí pasar los jefes más complicados de Hollow Knight sin problemas, con lo que considero que el teclado se defiende bien para juegos.

En cuanto al ratón, el combo incluye el M185. Aunque al principio este ratón no me convencía mucho, con el tiempo me ganó por completo y actualmente he preferido usarlo incluso en lugar del más famoso G305. El funcionamiento del desplazamiento es bueno y los clics tienen buen tacto. Es muy ligero y lo que me encanta es que moverlo no cuesta nada, si bien en ocasiones esta ligereza extrema puede jugar en su contra. Por ejemplo, puede ocurrir que, al realizar un doble clic, el ratón se haya desplazado entre el primer y el segundo clic y haya que repetir; nada grave, pero a veces pasa. Para trabajos o juegos en los que se requiera una precisión absoluta con el ratón, no será éste el más adecuado. Sin embargo, para la mayoría de usos, solo por la ligereza que ofrece, creo que vale la pena.

El ratón también cuenta un switch ON/OFF que será útil solo para transportarlo de viaje. A diferencia del teclado, el ratón funciona con una pila AA que debería rondar los 12 meses de uso, y en ese compartimento encontramos un hueco para guardar el USB para no extraviarlo cuando lo desconectemos del ordenador. En cuanto a este USB, viene de fábrica incrustado en una solapa de la caja en lugar de venir en el compartimento del mouse, como otros hacen, de tal modo que, si no te fijas, es fácil pensar que se han olvidado de meterlo en el embalaje. He de decir que la duración de la batería de nuevo fue sorprendente, pues la original también resistió estos tres años de uso, con sus tres meses de uso más intensivo durante el confinamiento por medio. Sin ir más lejos, tres meses es el tiempo en el que se me agotó la pila en el G305.

Conclusiones

El conjunto inalámbrico MK270 de Logitech cumple para lo que cuesta. El funcionamiento es muy correcto, el aspecto no está mal, y como set inalámbrico de uso general, si buscas simplemente algo económico y fiable, o como artículos para viajes, donde puede que haya que reemplazarlos a menudo por cuestión de golpes u olvidos, pues no decepciona. Ratón y teclado llevan conmigo casi tres años y nunca han dado un error de funcionamiento ni tampoco se aprecia desgaste en sus componentes, siguen ambos como el primer día… y con la pila original, detalle muy a tener en cuenta.

Prueba de material // Monitor BenQ GW2470HL

Hoy analizamos el monitor BenQ GW2470HL, un económico monitor de 24 pulgadas que va muy bien pese a algún pequeño defectillo que contaremos más abajo.

Especificaciones

Como decía, estamos hablando de un monitor de 24″ (23,8″, en realidad), de construcción robusta, en el que se ha montado un panel LCD Full HD del tipo VA. Esto quiere decir que el color es menos fiel a la realidad que un IPS, mientras que la velocidad de refresco es algo mejor que en aquellos (4 ms gris a gris), pero también quiere decir que los ángulos de visión y negros son excelentes en comparación a un panel TN. El brillo es de 250 nits, nada a reseñar, suficiente para interiores.

El tema del color (a no ser que trabajes con algún tipo de edición de imagen y necesites precisión), no es preocupante; al contrario, en este monitor todo luce muy bien, pues han optado por saturar ligeramente los colores, un poco al estilo smartphone, con lo que el resultado es llamativo. Esto, unido a que la profundidad de color es de 8 bit y el contraste estático 3000:1, ofrece una gran experiencia multimedia. Pero lo que yo más destacaría de este monitor es la escasa fuga lumínica de fondo y el excelente ángulo de visión de 178/178. Estos dos atributos unidos nos ofrecen unos negros muy puros y unos colores continuos, sin ningún tipo de degradación apreciable de la parte superior a la inferior de la pantalla.

BenQ incorpora sus tecnologías Flicker Free (que elimina el parpadeo) y Low Blue Ligth Plus (que elimina la supuesta dañina luz azul y la reemplaza por otros azules turquesa). Sea como fuere, como lo he comprado porque me ha surgido un trabajo de programador y necesitaba amplitud y doblar monitor, puedo decir que leer y escribir durante horas con la visualización nítida que ofrece este BenQ es muy agradable.

Un pequeño defecto

Es una lástima que la experiencia global del dispositivo se vea enturbiada por un muy puntual defecto que he encontrado por casualidad (no es fácil conseguirlo), que consiste en que existen algunas imágenes muy específicas con una concreta mezcla de azules que, supongo que debido a un error en el algoritmo o en el hardware de la reducción de luz azul, éste se debe confundir y causa que aparezcan en la imagen uno o varios píxeles que parpadean en un color indebido. Esto se asemeja al típico efecto de un píxel «muerto», sólo que en este caso todo apunta a un error del subsistema Low Blue Light, ya que, según sea la imagen afectada, aparecen más o menos puntitos fuera de lugar y en diferentes ubicaciones según los azules de la imagen, pero siempre misma cantidad y posición en la misma imagen.

¿Es grave este problema, o muy molesto? Considero que no. De hecho, podía fácilmente devolver el monitor pero me gusta demasiado como para cambiarlo por esto, no obstante, hay que comentarlo. Como digo, buscando a posta el error, es difícil encontrarlo y siempre ocurre en imágenes con mezclas de tonos azules muy concretas, mientras que en la mayoría de imágenes azules no aparece nada raro. Es más, en cualquiera de las imágenes donde me he encontrado con el problema ha sido suficiente con editarlas con el GIMP y modificar ligeramente alguno de los parámetros del RGB para que la imagen quede prácticamente igual pero sin ningún problema de visualización.

De modo que tirón de orejas para los de BenQ por este incidente, que, aunque muy raro y aislado, evita que pueda recomendar abiertamente este estupendo monitor.

 

Prueba de material // Ratón inalámbrico Havit

Hoy analizamos un BBBC de los ratones: bueno, bonito, barato y cómodo.

Por 7.99 €, he encontrado en Amazon este ratón básico Havit, y el resultado ha sobrepasado las expectativas.

Se trata de un ratón compacto básico de tres botones con rueda de desplazamiento y que también incluye un selector de velocidad para el puntero (3 disponibles). Como decía, su diseño es compacto, funciona con una sola pila AA y hay que destacar en su diseño que su ergonomía es para diestros (no sé si está disponible versión para zurdos). Al abrir el hueco para la batería encontramos el conector USB para encajar en el PC ubicado en un hueco práctico que poder usar para desplazamientos. También en la parte inferior encontramos un botón para apagar el ratón (innecesario en el día a día, pero útil para que no se gaste batería en desplazamientos).

En uso

La toma de contacto es muy agradable. El ratón es muy ligero y se desplaza por la alfombrilla que da gusto. El tacto de los botones es un clic con buen feedback, excepto el botón central, cuya pulsación requiere un extra de presión. La parte buena de esto es que ayuda a evitar pulsaciones indeseadas cuando lo que queremos es sólo usar la rueda de desplazamiento. Detrás de la rueda central encontramos un botoncito que sirve para cambiar entre tres velocidades de puntero (1000/1500/2000 DPI). La precisión es buena, y no nos costará mover milimétricamente el puntero en la pantalla si así lo necesitamos.

En cuanto al consumo, se supone que la pila tiene que durar… bastante (está por ver). Es importante destacar que el ratón se apaga automáticamente si no se realiza ninguna acción durante 10 minutos, y que, al contrario que otros, para ponerlo en marcha otra vez es necesario pulsar un botón cualquiera. Aquí es donde creo que han cometido un pequeño error los de Havit, pues esa primera pulsación para despertar el dispositivo cuenta como una pulsación para el sistema operativo. Normalmente, no genera ningún problema ni molestia, y menos una vez que sabes como funciona y ya te acostumbras a cómo despertar al ratón sin pulsar nada indebido, pero creo que la pulsación para despertar al aparato no debería contar como una pulsación al uso.

Consideraciones

Aunque el Havit es, por tamaño, el típico ratón que pega bien para llevar con el portátil a todos lados, creo que funciona perfecto como ratón de escritorio. Lo encuentro especialmente cómodo, y su funcionamiento es suficientemente bueno como para, unido a su bajo precio, recomendar darle una oportunidad para quién esté buscando un ratón básico e inalámbrico. No puedo hablar de su duración a largo plazo, pero por el resto… aprobado.