Estuvimos en la 100km BTT do Condado – Marqués de Vizhoja

El pasado 26 de octubre se celebró la primera 100km BTT do Condado – Marqués de Vizhoja, ruta organizada por el club Cornelios y que arrancaría desde el centro del Concello de As Neves.

8:30 a.m., todavía noche en As Neves, 12 grados sin lluvia y cielos despejados (pese a una niebla baja que cubría todo el tramo desde Porriño a As Neves), y unas 130 personas ya esperaban con ganas el arranque de una ruta que sería dura como pocas. No nos engañaron… el perfil de la ruta ya nos informaba de que sencilla no iba a ser la cosa…

Con una ascensión media de 1100 metros cada 33 km, esta ruta equivaldría prácticamente a realizar 3 veces la dura BTT de Gondomar de hacía apenas tres semanas. Por suerte, para quién se quedase sin fuerzas y/o ánimos, había la posibilidad de realizar 55 y 75 km, aparte de los 100.

Como de costumbre, tras un pequeño trascoche, arrancaba la ruta en sí, una ruta que, en sus primeros compases, nos llevó holgados por pistas anchas sin demasiado desnivel. No sería hasta el km 27 cuando arrancaría la cronoescalada del día, y, con ella, la primera tortura del día, un tramo ligeramente técnico al 20% que fundiría las piernas del personal. Y no sólo las piernas, ya que me consta que también terminó con la moral de alguno que, llegado al km 45, decidió tirar por la alternativa que lo llevaría a finalizar la ruta con 55 kilómetros encima.

Ciertamente, yo también pensé seriamente en tirar por la corta en el km 45, no obstante, un avituallamiento en éste tras una bajada prolongada ayudaron a recuperar un poco fuerzas y ánimos de cara a continuar un poco más por la senda de los 100. Sin embargo, la ruta parecía endurecerse por momentos, y el cansancio acumulado me «obligaría» a retirarme en el corte de los 75 km, con sus buenos 2300 metros de desnivel acumulado y 6 horas de ruta. No estaba seguro de si estaba haciendo bien o mal retirándome, pero los comentarios de los que hicieron los 100 km dieron la razón a mi «abandono», pues en el último monte del día quedaba todavía mucho buen tramo rompedor a superar. «No vuelvo a otra» era una frase que se iba escuchando en las últimas rampas del día, por lo visto…

Los avituallamientos de esta ruta los vi flojos, especialmente si los comparamos con las últimas rutas realizadas; mucho fruto seco y gominolas (grasas y proteínas), fruta, pero flojos en carbohidratos (especialmente a mitad de ruta, en el km 45, donde esperaríamos abundancia en bollería para reponer bien), y la primera vez que voy a una ruta en la que no encontramos ninguna lata de bebida para refrescar, sea isotónica o no, tirando todo de un gran bidón de agua más otro gran bidón de isotónica. Por suerte, muchos ya llevamos encima todo lo necesario (o casi), pero me llamó la atención, además porque no era una BTT económica precisamente, ni sencilla.

Ya en meta, nos aguardaban con el obsequio de una botellita de vino Marqués de Vizhoja (como no), que se unía a la camiseta de recuerdo que nos habían dado al recoger el dorsal en la salida.

En general, la ruta me pareció espectacular en cuanto a vistas, variada en caminos y apta para ir en rígida, al carecer de trialeras o tramos complicados de descenso, pero no cabe duda de que es una ruta para acudir con el cuerpo esculpido con un buen entrenamiento de fondo detrás, o lo pasarás mal. Quedé con ganas de repetir, nada más que añadir.

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