Este pasado 12 de Octubre se celebró la cuarta entrega de la BTT Montes de Mondariz, organizada por la Asociación Deportiva de Mondariz.
10 euros (7 anticipada), daban el acceso a una ruta que contaría con recorrido corto, de 40 kilómetros, o largo, de 55, con sus escasos pero duros repechos y sus dos trialeras en toda regla (o sus correspondientes alternativas).
Así, en un día nublado pero relativamente cálido, perfecto para hacer ciclismo, unas 400 personas tomarían la salida de una ruta en la que es difícil no realizar comparaciones con la que habíamos realizado la semana anterior en el concello de Gondomar. Allí, unas 200 personas (de 300 plazas disponibles), tomarían la salida, mientras que aquí las 400 plazas disponibles se completarían dos días antes del límite. Con mucho más ambiente, un gran ambiente ciclista, y un gran elenco de voluntarios para todo tipo de tareas, daba comienzo la ruta que nos llevaría a una primera ronda alrededor del punto de partida antes de dirigirnos de lleno a los senderos montañosos.
Esta ruta, pese a ser más larga que la de Gondomar, ha sido más asequible para todo montañero. Había mucho que subir, en total mi contador alcanzó los 1563 metros acumulados, pero las cuestas contaban con un desnivel llevadero en prácticamente toda la ruta, mientras que, a la hora de bajar, las alternativas a las trialeras eran realmente alternativas. En todo caso, tomé la primera de las trialeras, muy divertida, mientras que, en la segunda, ya cerca del final, tomé la alternativa, ya que con el cansancio acumulado de la ruta larga no me fiaba, ni me compensaba, terminar la ruta con una caída.
Durante la ruta, gran cantidad de voluntarios, entre asistentes y fotógrafos, nos iban acompañando en diversos tramos; damos las gracias a todos. Varios habituallamientos (dos sólido-líquido intermedios más dos de líquido) nos ofrecieron un respiro durante la ruta, bien repletos de bebida e hidratos de carbono, como de costumbre.
La niebla nos cubrió en lo alto del primer monte, lo que limitó las seguramente impresionantes vistas que nos podía ofrecer, así que mayormente nos tuvimos que conformar con disfrutar de las variadas locaciones que nos iba ofreciendo un camino bien variado; que si subimos pista, que si un sendero, que si un gran charco donde remojar bien a gusto la bicicleta, que si un «single track», que si una trialera, que si una zona rocosa… Sin duda, variedad no faltó.
Y ya a la llegada, varios puestos con comida aguardaban a los participantes, así como numerosos premios bajo sorteo y obsequios a todos los participantes.
Hacía unos años ya que no asistía a BTTs organizadas; sorprende ver la cantidad de bicicletas eléctricas que están asistiendo a estas marchas, aunque también sorprende ver cómo la mayoría símplemente siguen el ritmo de los no «motorizados». La variedad de ciclistas y monturas es más variada que nunca, donde la gran asistencia femenina también es otro reflejo del calado del ciclismo en la sociedad actual. Todas las nuevas incorporaciones son bienvenidas, chicas, chichos, mayores…, y todos convivimos en perfecta armonía, da gusto.
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