Pedimos a PcComponentes: montaje y resultado

Cuando comencé en la informática elegíamos nuestros ordenadores a la carta. Tiempo ha de aquel Pentium 120 MHz con 8 MB RAM y 1 GB de disco duro…

Así monté un PC más hasta que comencé a pillar ordenadores básicos HP Compaq, que iban de maravilla, precio bien y potencia suficiente, a los que tan sólo le añadía una tarjeta gráfica más potente para dejarlo a mi gusto. En total, tampoco tuve tantos en estos 25 años, tan sólo un par de HP Compaq sobremesa más un portátil, hasta que el año pasado me pasé al portátil MSi.

Pero las necesidades van y vienen, y dada la excelente experiencia con MSi, estaba viendo de pasarme a un sobremesa de la marca, hasta que un colega me convenció para probar suerte con un montaje a la carta en PcComponentes.

Eché un vistazo a la página y me llamó la atención el que, además de poder montar tu PC desde cero o comprar uno de marca, ofrecían unos montajes recomendados por categorías: PcCom Basic, PcCom WorkStation y PcCom Gaming. Y dentro de cada sección, multitud de montajes base a los que se pueden sustituir ciertos componentes para dejarlos completamente a tu gusto. Y así fue que me decanté por un montaje PcCom Gaming, no por gaming en sí, sino porque me pareció muy equilibrado como PC general:

  • Caja Tempest Spectra RGB USB 3.0
  • Fuente Tacens APII600 600 W
  • Placa Gigabyte B450M DS3H
  • Procesador AMD Ryzen 5 1400 3.2 GHz
  • SSD 250 GB Samsung 970 EVO Plus NVMe M.2
  • HDD 2 TB Seagate BarraCuda SATA 3
  • Memoria 16 GB Corsair Vengeance LPX DDR4 2400 PC4-19200 CL16
  • Gráfica Gigabyte GeForce GTX 1650 OC 4 GB GDDR5
  • WiFi TP-Link Archer T4E Dual Band AC1200

Total, 688 €, montado y testeado… Pues había que probar.

Recibimos el paquete, una caja enorme. ¿Por qué tan grande? Bueno, esto tiene su explicación en que PcComponentes nos envía las cajas vacías con los sobrantes de todos los componentes que se han instalado, y viene todo convenientemente protegido contra golpes con las típicas bolsas de aire.

También el interior de la caja ATX viene protegida, detalle que no me gustó demasiado…

Es decir, aquí viene todo apretujado con una especie de poroexpán maleable que se adapta a los componentes. Pero este poroexpán viene apretujando tarjetas y ventiladores, aspas incluidas, y no sé yo hasta que punto será recomendable apretujar los ventiladores o, en cambio, hasta que punto se podrían caer los componentes instalados en la placa base durante el trayecto; yo creo que es menos probable que algo se descoloque por el trato de los repartidores antes que el que algo se estropee por apretujar los componentes. Por otro lado, para usuarios menos manitas, obliga a tener que abrir la caja y retirar el «protector» para poder usar el PC.

Sea como fuere, sacamos el protector, conectamos las antenas del WiFi (que vienen en su caja original), arrancamos y comprobamos que todo va perfectamente. Se supone que PcComponentes testea que todo va bien antes de enviarnos el PC, por lo que supongo que es por este motivo por el que, además, contamos con la BIOS actualizada a la versión más reciente. Instalamos Ubuntu 19.10 y nos damos cuenta de que todo funciona de serie, excepto la tarjeta gráfica, donde que hay que activar los drivers «privativos» sí o sí, ya que en esta ocasión los drivers libres parecen dar problemas. Por su parte, instalamos Windows 10 y también comprobamos que va todo como la seda, aunque en este caso necesitamos conectar a internet para que Windows baje e instale todos los drivers necesarios. Por algún motivo, llevamos una grata sorpresa al comprobar que Windows se había activado automáticamente con una licencia oficial que no habíamos solicitado.

Componentes

Echando un vistazo por encima a los componentes más relevantes, nos encontramos primeramente con una caja con un par de LEDs resultones, unos en el frontal y otros en el ventilador trasero con colores rotativos, visible a través de su placa lateral transparente, aunque lo que me importa es que tiene un botón de encendido que transmite buenas sensaciones y unos puertos USB accesibles en el superior del frontal (2 USB 2.0/1.1 + 1 USB 3.1), así como entrada y salida de audio para jack 3.5.

El interior está alimentado por una Tacens básica de 600 W que suministra energía a una placa Gigabyte con marcado toque gaming, ya que permite jugar con las frecuencias del chipset y con los ventiladores si así se desea. En cualquier caso, por defecto está todo en modo «auto» y nos ofrece un buen desempeño sin necesidad de toquetear nada, mientras que su logo «Ultra Durable» otorga buenas sensaciones, aunque sólo sea puro márketing… El soporte para virtualización del procesador viene desactivado por defecto, de modo que habrá que activarlo en la BIOS si queremos usar software de virtualización en condiciones. También tendremos que acceder a la BIOS cada vez que queramos iniciar el equipo desde un USB, ya que esta configuración no quedará activada por defecto como en otras BIOS. También deberemos entrar ahí para establecer la siempre deseable contraseña de administrador (y no olvidarnos de ella, que la BIOS no nos ofrece opción de recuperación por email…).

El procesador Ryzen 5 1400 del 2017 está un poco anticuado ya, pero ofrece un rendimiento todavía holgado a día de hoy para la mayoría de usuarios. No cuenta con tarjeta gráfica integrada, ni WiFi ni Bluetooth; en cambio, se mantiene muy fresco en todo momento y su TDP no sobrepasa los 65 W.

El SSD montado es un NVMe M.2 970 EVO Plus de Samsung, una bestia parda en trasbase en bruto de datos, aunque realmente no ofrece mucha mejora frente a un SSD Serial ATA a la hora de cargar programas o juegos, pues las operaciones de carga/cálculos de software/procesador necesarias para ejecutar un programa determinado suponen, en general, un cuello de botella que equipara la carga del programa desde ambos SSD. En trasbase en bruto, el 970 alcanza los 3.500 MB/s en lectura y 3.200 MB/s escritura, mientras que su durabilidad estimada de 1,5 millones de horas debería darnos tranquilidad de por vida. Otro cuello de botella se lo encuentra a la hora de traspasar datos al disco de respaldo Seagate de 2 TB, aunque para cantidad/calidad/precio sigue sin haber nada mejor para guardar grandes cantidades de datos que un clásico HDD.

Los 16 GB de memoria son ya el estándar, especialmente para ejecutar los juegos más actuales, y la Corsair Vengeance LPX ofrece un plus de rendimiento y manejo de la temperatura frente a otras memorias más básicas.

La gráfica GTX 1650 con sus 4 GB GDDR5 es una de las tarjetas estrella del momento, ya que es relativamente económica pero capaz de ejecutar cualquier juego actual en alta calidad a 1080p manteniendo una tasa FPS decente, mientras que en otros más «antiguos» como DOOM, no tiene ningún problema en moverlo a los 75 Hz que mi monitor es capaz de ofrecer.

Y no quería dejar de mencionar a la siempre infravalorada tarjeta WiFi. La TP-Link Archer T4E Dual Band AC1200, con su doble antena, ofrece una cobertura excelente tanto de la banda de 2.4 como de la de 5 GHz en un lugar de la casa donde tanto el móvil como el portátil reciben señal con dificultad. Además, su funcionamiento en Ubuntu es también impecable.

No hay más que añadir, buen precio para un PC muy capaz y, en general, buena experiencia con la tienda.

 

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